La mayoría de las personas tendemos a utilizar más un lado de nuestro cuerpo que el otro, lo que genera que el otro lado quede en desuso y no desarrolle la misma habilidad, sin embargo, aquellas personas que utilizan ambos lados con la misma habilidad, llamados ambidiestros, tienen una evidente ventaja para practicar actividades físicas; algunos nacen con este don, otros deben trabajar duro para desarrollar esta capacidad. Aunque parezca extraño las organizaciones también pueden ser ambidiestras, es decir, que las organizaciones pueden tratar de equilibrar dos actividades diametralmente opuestas, tales como lo son la adaptabilidad y la alineación.

En el sentido organizacional, la Alineación se refiere a la capacidad de dirigir el negocio actual de la manera más eficiente, maximizando el presente,  aprovechando el valor capturado, en tanto que la Adaptación, es la capacidad de responder al cambio, de ser ágil, de progresar, de manera de asegurar su viabilidad futura. 

Entonces, ¿Cómo los lideres de las organizaciones pueden aumentar la probabilidad de que sus empresas sean rentables a corto plazo y a su vez adaptarse a los cambios para mantener el éxito a largo plazo?

Para desarrollar el equilibrio, los líderes requerirán, por un lado, apoyo social, se trata de proporcionar a las personas seguridad, y la libertad necesaria para alcanzar su mayor potencial,, por otro lado, gestión de desempeño, para ver cómo estimular a las personas y que éstas generen resultados de calidad haciéndose responsables de ellos. .

¿Cómo mejorar el contexto organizacional?

Como ya hemos visto, un líder que busque mejorar su contexto organizacional, debe comenzar creando un entorno de alto desempeño, para esto algunas recomendaciones son:

• Comunicar la estrategia a toda la organización, promoviendo una comunicación interna efectiva y eficiente.

• Concentrarse en pocas iniciativas, pero usarlas de manera consistente, la coherencia con la que se aplican las iniciativas, facilita en los colaboradores comprender los cambios que se buscan generar.

• Impulsar un mayor liderazgo en los colaboradores, esto permite que los líderes emerjan desde toda la organización.

• Conocer lo que están haciendo bien y lo que deben mejorar, es muy difícil crear un contexto de alto desempeño, sin evaluar en qué estado se encuentra actualmente la organización.

Si queremos desarrollar el músculo de la ambidiestría en una organización será fundamental que el líder promueva un contexto organizacional de alto desempeño, aumentando la probabilidad de crear valor tanto en el presente como en el futuro.