La baja natalidad y el aumento de la población senior están cambiando la forma de gestionar el talento en las organizaciones. Pascal Cáceres, docente de Unegocios FEN Uchile, entrega claves para liderar con equipos diversos en edad.
En un escenario donde Chile ha alcanzado su tasa de fecundidad más baja en la historia (1,16 hijos por mujer), el país se enfrenta a un cambio estructural que redefine el mercado laboral. Pascal Cáceres, Director Académico del Diploma en Gestión Estratégica del Talento Unegocios FEN Uchile, advierte sobre los profundos desafíos que este fenómeno impone tanto al sector público como privado.
“La transformación no solo implica que seremos menos, sino que seremos más viejos. Y eso cambia completamente la forma en que pensamos el trabajo, el talento y el desempeño”, señala Cáceres.
Menos jóvenes, más experiencia: el nuevo escenario laboral
La disminución en la entrada de jóvenes al mercado laboral aumentará la competencia por talento calificado y elevará la edad promedio de los equipos. Para Cáceres, esto implica una urgencia: dejar de ver el envejecimiento como un problema y empezar a gestionarlo como una ventaja competitiva.
“El talento senior no es un recurso que haya que evitar, sino una fuente de experiencia, juicio y contribución que no debería subestimarse”, afirma.
Además, destaca que las carreras laborales se alargarán, con profesionales de 60 o 65 años activos, aprendiendo y aportando valor. En este contexto, la andragogía (el enfoque educativo centrado en adultos) será clave para el aprendizaje continuo dentro de las organizaciones.
En este contexto, el especialista sostiene que el desafío es doble. Por un lado, el Estado debe generar incentivos que faciliten y motiven la empleabilidad prolongada. Por otro, las empresas deben romper con los sesgos etarios y valorar la trayectoria, la mentoría y la capacidad de aprendizaje más allá de la edad.“Los sistemas de selección, compensación, beneficios y desarrollo deben ajustarse a esta nueva realidad”, indica.
Mirando al mundo, pensando en Chile
Aunque ningún país ha resuelto completamente este fenómeno, hay experiencias valiosas. Japón, por ejemplo, ha promovido el empleo senior con normas e incentivos. Canadá y Australia apuntan a la inmigración calificada como solución, mientras que Finlandia fomenta la mentoría intergeneracional. Sin embargo, advierte Cáceres, “no se trata de copiar modelos, sino de adaptar soluciones a nuestra propia realidad sociocultural”.
Finalmente, Cáceres hace un llamado directo a gerentes y directorios: “El futuro del trabajo no es joven ni viejo: es diverso. Liderar también implica valorar la experiencia, construir culturas inclusivas y adaptar los modelos de trabajo al conocimiento acumulado de los profesionales senior”. Y concluye: “Chile es un país que envejece; liderar será, necesariamente, aprender a integrar esa experiencia”.