El Primer Estudio Nacional sobre Mujeres en la Construcción en Chile, liderado por Carla Rojas Neculhual, Coordinadora de Inclusión y Género del Observatorio de Gestión de Personas del Departamento de Administración FEN Uchile, arroja una preocupante realidad: la construcción sigue siendo una de las industrias más excluyentes para las mujeres en el país.
A pesar de los avances en equidad de género en otras áreas laborales, la construcción se mantiene como un espacio dominado por hombres, con condiciones adversas para la inserción y desarrollo profesional de las trabajadoras. Falta de infraestructura adecuada, discriminación sistemática y la persistencia de prácticas de acoso son algunos de los principales obstáculos que enfrentan las mujeres en este sector.
Rojas, reconocida por su trabajo en equidad de género en sectores históricamente masculinizados, ha desarrollado seis estudios nacionales sobre Mujer y Minería y una investigación clave sobre la profesionalización de jugadoras chilenas de fútbol, que contribuyó a la promulgación de la Ley de Profesionalización del Fútbol Femenino. Su trabajo ha sido referente en el diseño de políticas públicas y estrategias privadas para la inclusión de muejres en industrias altamente masculinizadas.
Cifras que reflejan la exclusión
Para este estudio se consultó a estudiantes, trabajadoras y trabajadores con el objetivo de analizar las brechas de género desde la formación académica hasta la trayectoria laboral. Los resultados revelan datos alarmantes sobre la discriminación y el acoso que enfrentan las mujeres en la construcción:
60% de los trabajadores percibe discriminación de género.
50% de las mujeres ha sido objeto de comentarios despectivos.
44% de las trabajadoras ha sentido temor de ser acosada en su entorno laboral.
El informe también revela que solo un 8,6% de la fuerza laboral en el sector corresponde a mujeres, consolidando a la construcción como la industria más masculinizada en Chile.
Barreras estructurales y estrategias de supervivencia
Más allá de la baja participación femenina, el estudio identifica obstáculos que dificultan la inserción y permanencia de las mujeres en el rubro. Entre los más graves se encuentran brechas salariales, falta de infraestructura adecuada y la normalización de prácticas de acoso y discriminación.
Para enfrentar estas barreras, muchas colaboradoras optan por estrategias que les permitan encajar en un ambiente hostil, como sobrecualificarse académicamente, masculinizar su comportamiento y generar redes de apoyo con referentes masculinos.
“Este estudio confirma lo que muchas trabajadoras han expresado durante años: en la construcción, las mujeres siguen enfrentando discriminación, acoso y un entorno que las obliga a demostrar constantemente su valía. Ahora tenemos datos concretos para transformar esta realidad”, señaló Carla Rojas, coordinadora del estudio.
Infraestructura insuficiente y políticas ineficaces
Otro hallazgo clave del estudio es la precariedad en la infraestructura laboral. El 63% de las mujeres señala que no existen salas de lactancia y el 43% indica que no hay acceso a salas cuna o convenios para el cuidado infantil. A esto se suma la ausencia de vestidores, baños y espacios seguros para trabajadoras, lo que refuerza la exclusión de género en la industria.
Asimismo, los protocolos contra la violencia de género son deficientes:
50% de las trabajadoras no confía en los canales de denuncia.
40% señala que, aunque se compruebe un caso de acoso, no se aplican sanciones adecuadas.
33% afirma que, si sufriera acoso, no lo denunciaría por miedo a represalias o falta de respuesta efectiva.
Un llamado urgente a la acción
Los resultados del estudio fueron presentados en un evento que contó con la participación de la Ministra de la Mujer y Equidad de Género, Antonia Orellana, junto a líderes del sector público y privado. En la instancia, se discutieron los desafíos y oportunidades para transformar la industria en un entorno más equitativo.
"No se trata solo de abrir espacios para las mujeres en la construcción, sino de garantizar condiciones dignas y seguras. Sin baños, sin vestidores y con brechas salariales del 30%, no hay igualdad real", enfatizó la ministra Orellana.
Por su parte, Paulina Temer, presidenta de la Comisión de Mujeres de la Cámara Chilena de la Construcción, recalcó que este no es solo un problema de las mujeres, sino un desafío de toda la industria.
"La equidad de género en la construcción no es solo una cuestión de justicia social, es una necesidad para el crecimiento del sector", agregó Guillermo Gajardo, Gerente General de Pocuro.
Hacia una industria más equitativa
El informe plantea la necesidad de políticas públicas y estrategias empresariales concretas para mejorar la equidad de género en la construcción. El acceso a formación con enfoque de género, la fiscalización de las condiciones laborales y la implementación de protocolos efectivos contra el acoso son algunas de las medidas urgentes que propone el estudio.
El diagnóstico está sobre la mesa. La pregunta es: ¿Está la industria dispuesta a transformar su cultura y garantizar un espacio seguro y equitativo para las mujeres?
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