A diario son más y más personas hablando de la transformación digital, su impacto en el mercado laboral, en cómo van a cambiar las profesiones y los oficios y, por supuesto, en lo “necesario que será” reciclarse, aprender “lo nuevo”, desarrollar nuevas competencias y disponerse flexiblemente a lo que “viene”, siendo incluso urgente ser capaces de “contenerse”. Sí, contener autónoma y hábilmente la ansiedad que este cinematográfico escenario nos genera a quienes nos detenemos a pensar por los próximos meses.
Como es de esperar, frente a este escenario de luces y sombras, recurrimos a los profesionales con estudios y experiencia para orientarnos, guiarnos o sólo entregarnos un par de ideas que nos permitan “calmar” nuestras inquietudes. El asunto es que siempre se vuelve a lo mismo: “la transformación digital es un cambio cultural”.
La transformación digital es un cambio cultural
De hecho, lo es, pero también lo fue la industrialización, las nacionalizaciones, las privatizaciones, la apertura de los mercados, etc., y la respuesta a todos estos cambios ha sido la misma: “requiere una transformación cultural”. Y claro, hay que aprender a relacionarse distinto, disponerse distinto, actuar distinto. Pero nada de esto es nuevo, lo hemos venido haciendo durante años una y otra vez (respuesta conocida a nuevas preguntas).
Que este cambio implica una revolución profunda, ok, pero entonces no nos estamos haciendo las preguntas correctas; ¿qué significa reciclarse?, ¿es solo responsabilidad de las trabajadoras y trabajadores aprender nuevos oficios?, ¿cuál es el rol del estado, los privados, las universidades?, ¿de qué forma esta digitalización entendida como la automatización de tareas rutinarias en muchos casos, representa una oportunidad de igualar oportunidades de crecimiento, no sólo para las empresas, sino también para las personas?
¿Es la transformación digital un cambio cultural?
Si analizamos el modelo de competencias digitales diseñado por la comunidad europea, el cual ha sido agrupado en 4 estilos de trabajo (Socializer, Achiever, Explorer y Hinker), nos damos cuenta de que estas son las habilidades que los seres humanos hemos tenido que desarrollar siempre para sobrevivir. Obviamente, puestas en contexto diferente, pero que requieren de casi las mismas destrezas que requerían nuestros antepasados recolectores para alimentar a sus familias; leer el contexto, adelantarse, planificar y ser impecables en la ejecución. Dicho todo lo anterior, ¿es la transformación digital un cambio cultural? Por supuesto que sí, como lo ha sido siempre, pero para que sea un cambio relevante debería permitir la generación de nuevas reglas.
¿Es esto verdaderamente posible? Este es el verdadero cambio que los nuevos tiempos deberían permitirnos y ello requiere explorar nuevas respuestas para nuevas preguntas.
El profesor José Tomás Saffirio es licenciado en Psicología, mención psicología laboral de la Universidad de La Frontera. Además, cuenta con un master en dirección de empresas y gestión de recursos humanos de la Universidad Cardenal Herrera-CEU, España.
Actualmente, se desempeña como profesor del curso Cambio y Desarrollo Organizacional en la Escuela de Ingeniería Comercial, Universidad de Chile. Jefe de proyectos en el área de programas corporativos, Facultad de Economía y Negocios, Universidad de Chile. Profesional dedicado a la consultoría e investigación en el ámbito de los recursos humanos, liderazgo, desarrollo organizacional y capacitación.